Las temperaturas han bajado, y la verdad no apetece mucho estar en el patio. Decidimos hacer la Tutoría en el aula que tenemos a nuestra disposición para hacer talleres, juegos de mesa, charlar,... Nuestras tutorías son generalmente divertidas, ya que entre todos intentan cambiar el cole y sus normas, pero hoy había un problema que uno de los niños quería resolver: al parecer una discusión en el patio por un dibujo entre este niño al que llamaré Tino, de origen colombiano, y una niña , Clara, de etnia gitana, había derivado en insultos por parte de Clara a Tino aludiendo a su origen y enviándolo a su país. Por supuesto el resto del grupo había tomado partido en la discusión y se habían formado dos grupos de opiniones muy diferentes. Al preguntarle a Clara si realmente sabia lo que decía, si sabia que era la xenofobia, o que me diera un motivo por el que Tino tuviera que irse a otro sitio, no ha sabido que decir. Muchas veces los niños expresan en momentos de rabietas sentimientos que no les pertenecen. Sentimientos-expresiones que han oído, que imitan, que hacen suyos,... Clara tras un momento de reflexión, se ha puesto a la defensiva, diciendo que la culpa siempre la tiene ella porque es gitana, y todos le tienen manía y la apartan del grupo.
Cuando hacemos tutorías me gusta hablar con los niños de tú a tú, pero en este punto me ha tocado "ejercer"de Jefa de Grupo y explicarles en que consistía el Racismo y la Xenofobia. Intentando utilizar palabras "simples" han comprendido que entre ellos no existen diferencias, y que ante todo son niños, sin importar el color de la piel, ni origen, y que nadie es superior a otro.
Con los niños ha sido fácil, pero el problema tiene su origen en los mayores, vivimos en una sociedad democrática, presumimos de ello, pero navegando por internet puedes encontrar infinidad de noticias en donde el Racismo y la Xenofobia son problemas actuales y no del siglo pasado.
Noticia publicada en el periódico Levante-EMV:
Cambian a niños gitanos a un colegio más viejo para que al suyo vayan ´payos´
Levante-EMV, Valencia
Los padres de los alumnos de un colegio público de Madrid se levantaron ayer contra la decisión del Gobierno regional de cambiarles de centro. Porque no les envían a uno nuevo y mejor, sino a otro más viejo. Es más, a los niños que hasta ahora asistían a este segundo colegio, más viejo, con peores instalaciones y masificado, los mandan al suyo. Detrás de esta permuta, denuncian, hay una grave discriminación racista. Sus hijos son gitanos. En cambio, a los niños a los que ahora pertenece su antiguo centro son payos.
En la mañana de ayer, en el primer día de clase, entre 30 y 40 padres llevaron a sus hijos al colegio de siempre, negándose al traslado. Tras una infructuosa reunión con la directiva, que les proponía segregar a sus hijos en otras aulas e incluso a la hora del recreo, la Policía Nacional los ha desalojado sin incidentes, informa El País.
El colegio de la disputa es el centro público de San Roque, en el distrito madrileño de Villaverde. Es una escuela amplia, moderna y con fama de conflictiva. Y tenía muy pocos alumnos: aunque su capacidad es de 500 niños, sólo hay 210 matriculados. El 80% de ellos gitanos y el resto, de 20 nacionalidades. Desde ayer, a ese colegio deben asistir los niños que hasta ahora iban al Cristóbal Colón, también público y situado a 250 metros del San Roque. Como máximo caben 300 niños, pero tiene 480, la gran mayoría payos. La solución de la Consejería de Educación fue la permuta de niños y profesores.
